Escritura inmediata: El siniestro.

La pareja se despierta en el dormitorio, cubiertos por una pesada manta. Se besan cariñosamente y se levantan con parsimonia. En la mañana del sábado está previsto una excursión al río Havel. No hay nubes, y a pesar de que la temperatura no es alta, se vaticina un soleado día. Un desayuno rápido con cereales y fruta da paso a la carrera de relevos en el cuarto de baño. Ella busca la ruta más rápida para llegar mientras él se ata las botas. Todo parece preparado cuando suena el teléfono. Con los abrigos puestos, en la puerta del pequeño apartamento del barrio de Mitte el tiempo se detiene. Un aparatoso accidente con más de trece vehículos involucrados les ha hecho cambiar de semblante. Al otro lado de la línea, la voz de una agente de policía les informa pausadamente que su coche, estacionado a dos calles del domicilio está siniestrado.