3hojas

lunes, 18 de febrero de 2019

Diálogo en una discoteca de Praga


¿Harías algo prohibido a sabiendas de que no te van a castigar?- No te sigo- Imagínate a esa joven que está sirviendo copas, te acercas a ella y le susurras algo al oído, la camarera se ríe coqueta, os vais al cuarto de baño del local y... - Sabes que estoy casado y no pienso hacer eso- Lo sé, lo sé, pero de eso se trata. Nadie en esta ciudad nos conoce, es la primera vez que venimos a este local, lo que pasase allí se quedaría entre vosotros dos.- Si embargo no lo haría.-¿Por qué? ¿Cuál es el problema de hacer algo que te apetece si eso no tiene consecuencias negativas para nadie. Porque te apetecería, ¿verdad?- Vayamos por partes porque creo que se te escapa algo en tu moral de tres gintonics aguados. Lo primero es que la apetencia no rige la acción del hombre siempre, pero hagamos como que me apeteciese. Aún así, tu planteamiento yerra en varios puntos. El primero es el de las consecuencias. Habría consecuencias para ambos, lo que pasa es que cada uno podría interpretarlas como quisiera, pero tendríamos que vivir con ellas. En mi caso, que tengo una relación sería y comprometida con mi mujer, que además conoces y aprecias, yo tendría que continuar mi matrimonio con la lastra de una infidelidad, además del juicio moral al que me sometería diariamente. Toda acción tiene consecuencias, lo que ocurre es que tú puedes categorizarlas de positivas o negativas. Vamos, que no estoy dispuesto a una pesadilla de futuro por una acción poco gratificante en el presente.-Ya, vale, entiendo, pero ¿qué ocurriría si relativizases el acto hasta algo banal, sin carga moral negativa, y lo apreciases como una acción no prohibitiva?- Vuelves a equivocarte amigo. La prohibición no es un término aplicable aquí. Nada me impide realizarla, quizás es tu forma de verlo lo que hace que una aventura, que es lo que te refieres con lo de la camarera sea algo negativo, reprochable por mi circunstancia, pero no es prohibitivo en absoluto. Y ten cuidado antes de mencionar el concepto de legalidad que nos conocemos.- Permito que me des estos sermones porque eres mi mejor cliente y lo sabes- Lo que sé es que no tienes exclusividad y te interesa tratar bien a los buenos. No me parece mal, pero no te jactes de eso como si fuera una virtud, no es más que un simple mecanismo de supervivencia.
Me preocupa la pregunta que me has hecho porque no sé con qué intención la propones y sabes que me encanta conversar. Permítete que sea yo quien te pregunte algo ahora. ¿Tú por qué no robas? Sería fácil ya que tienes acceso a informaciones reservadas- Nunca usaría información de mis clientes para robarles- Eso es extorsión quizás, pero no es a lo que me refiero. Simplemente dame una razón. ¿Por qué no robas?-Supongo que no robo porque si me pillasen iría a la cárcel de cabeza, y la verdad es que esa idea no me atrae nada.-Entiendo-Pareces desilusionado por mi respuesta-No es eso, quizás un poco triste, pues esperaba que una persona valiente como eres tú me diese una respuesta más profunda.-¿No te parece sincera?-Sí, lo es, es sincera e instintiva, pero básica. -Explícate por que me estás ofendiendo un poco.-Perdóname , no tenía tal intención.-Lo sé, sé que no eres una mala persona- Te digo esto porque te aprecio en cierta forma, pero me esperaba que me dijeses que no robas porque está mal y me expusieses motivos por los que la moral es parte de nuestra forma de entender el mundo, pero no robar por miedo al castigo me parece un poco decepcionante. Hubiese incluso aceptado que no robases por que respetases la idea de propiedad privada del sistema liberal capitalista en el que tenemos que vivir. Pero al decirme que no robas porque si te atrapan realizando una acción ilegal podrías perder tu libertad me parece muy simple. Disculpa si suena grosero, pero si te aseguraran que no te fueran a coger delinquiendo, lo harías ¿robarías?-Pues depende. En tu ejemplo obvias el contexto y en nuestra última escapada estuvimos hablando sobre esa palabreja por horas. Robar para sobrevivir no me parece mal, un animal puede tomar una fruta de un árbol para alimentarse y eso no está mal, ¿verdad?-¿Me lo preguntas o afirmas?- ¿Me respondes a una pregunta con otra pregunta?- Discúlpame, no te falta razón. Bueno, para mí los animales no se rigen por las normas de los humanos. No conocen la propiedad, pero si la pertenecia, pero volviendo a nuestro caso, el problema que surge sería el de establecer qué es sobrevivir, porque quizás yo necesite robar más que tú para sobrevivir, porque estoy peor adaptado al medio, porque soy más débil- Eso seguro-¿Entiendes el problema de los límites de las palabras?-Claro que lo entiendo, y más difícil incluso sería intentar hacer un patrón universal para establecer esos límites.-Coincido, eso sería imposible- ¿Imposible? ¿No eras tú quien dijo que nada era imposible solo improbable?- Veo que me escuchas cuando hablamos, no solo me oyes- Cuidado amigo, me dijiste que te avisara si notaba algo de paternalismo en tu discurso de intelectual rancio y lo acabo de palpar en el ambiente.-No te falta razón, en realidad es que estoy cansado de este lugar, la luz, la música, incluso ahora incluso la camarera me molesta.-Eres tremendamente exagerado, pero no te culpo, nunca se te dio bien aceptar críticas, aunque estas seas suaves.-Bueno, ¿nos marchamos?- No antes de que me acerque a esa joven a susurrarle algo al oído.-¿Por qué crees que vas a conseguir algo con ella por el simple hecho de acercarte?-Pues por tu teoría de los horizontes de expectativas, ella tiene unos horquilla probablemente estrecha a la hora de elegir compañeros para devaneos sexuales, pero yo no soy ningún pasatiempos, o al menos no me presentaré como tal.-No me cabe ni la menor duda que tienes una gran estrategia para acometer y obtener lo que quieres- Me conoces bien, pero no te enceles si lo logro. No soy una mujer que se sacie fácilmente, además cobro por horas.