3hojas

jueves, 14 de marzo de 2019

A mi princesa de cara cuadrada.


Tengo un problema contigo, tus ojos y tus labios están grabados en mi memoria. Nunca creí que generarías una impronta de tal magnitud. Tus besos fueron inesperados y sorprendentes, gratificantes y deliciosos. No quiero tener que esperar para poder disfrutarlos de nuevo. Estaba muy cómodo acurrucado en tus brazos hasta que llegó el lunes.

Sin importar el país, el continente o incluso el planeta, creo que el lunes es el mayor enemigo de los amantes pasajeros. Cuando desperté solo y sudando recordé dos cosas, la primera es que debí haber encendido el aire acondicionado, la segunda, fue mi condición de turista.

A pesar de que para mí los besos locos y apasionados fueran genuinos y excitantes,para ti podían tener significados diversos. Yo, un pasajero, irrumpía en tu vida con la intención de plantearte dudas, proponerte cambios, y voltear aspectos que quizás  eran inalterables. ¿Quién era ese viajero para hacer todo eso? Solo tenía una excusa que intentaba ascender a propósito noble: me ha gustado y he disfrutado mucho de tu compañía. Tanto, que sigo entreteniéndome con tu recuerdo, y por eso te escribo estas líneas, porque como dije al principio, estás grabada en mi memoria.

Sentado en el aeropuerto, en una silla impersonal de un restaurante de comida rápida. De repente una canción familiar suena en el hilo musical del local. Inevitablemente pienso en ti.Comienzo a elucubrar todo tipo de situaciones. Conocer a tus amigos, a tu familia, tu entorno. Mudarme contigo, buscar un nuevo trabajo. La melodía va terminando y un aviso referente a la seguridad de mis pertenencias me despierta de mi ensoñación. Podría asumir que la triste realidad es que no me queda más opción que aceptar lo ocurrido entre nosotros como un episodio más del libro de mi vida, pero no quiero. Afortunadamente me considero el autor de ese libro y puedo escribir las páginas a mi antojo.

A penas nos conocemos y no sabes hasta el punto que puedo hacer locuras. Creo que esos son los giros que hacen interesantes el relato. Si quieres puedes ser una espectadora, una lectora más de mis hazañas, o compartir tinta conmigo, vivir aventuras, romance y en ocasiones algo de drama. Como buen escritor, no puedo forzar a los personajes a que hagan lo que va en contra de su naturaleza, pero quiero que seas consciente de que no juego, sino que creo, de creer y de crear.